Es un teléfono de fraude telefónico que reclama una cantidad a los comercios alrededor de 300€ por supuesta publicidad en Internet. Se hace llamar Puntguia y la empresa es ficticia, otras veces crea confusión haciéndose pasar por otras empresas de Internet que sí que existen. Son muy convincentes pero luego no poseen ningún dato fiscal del comercio, ni ningún documento por escrito que demuestre esa supuesta promoción, con lo que el comerciante puede ver rápidamente que se trata de una estafa.